Estimated reading time: 6 minutes
El término resiliencia o persona “resiliente” está muy presente actualmente en los medios, en artículos de redes sociales etc., ¿Pero sabemos qué es la resiliencia? ¿Sabríamos distinguir a las personas que podrían encajar con el término “resilente¨? La resiliencia es la capacidad de las personas para recuperarse de periodos de dolor emocional y situaciones adversas, la capacidad para recuperarse de estos episodios, pero reconstruyéndose y saliendo favorecido.
Qué importancia tiene esa cualidad en el día a día de las personas en su puesto de trabajo y en el desempeño del mismo?
Según los estudios, las personas resilientes son aquellas que poseen actitudes diferenciales como creer mucho en lo que hacen, autoestima alta, positivismo y algo muy importante en el entorno laboral, la facilidad de adaptación a los cambios. El ambiente laboral puede ser en muchas ocasiones estresante: viajes, plazos de entregas exigentes, relaciones interpersonales conflictivas, altos niveles de negatividad y frustración.
Fomentar la capacidad de ser resilientes significa superar estos desafíos con mayor naturalidad, con mayor esperanza, adaptándonos mejor a los cambios o situaciones negativas en el puesto de trabajo y obteniendo siempre el mejor aprendizaje de dichas experiencias.
Las personas resilientes favorecen a la empresa no solo en la superación en el día a día, si no en alcanzar un buen clima laboral.
Podríamos reducir en 4 los puntos que una empresa debe promover para lograr aplicar la resiliencia en sus trabajadores:
. Fijar objetivos alcanzables, para favorecer la autoestima del empleado.
. Aplicar políticas consensuadas entre todo el equipo de trabajo.
. Promover la participación de todos en la toma de decisiones.
. Promover el afecto en las relaciones entre compañeros sin fomentar rivalidades entre los mismos.
Estas pueden ser algunas de las características a tener en cuenta para practicar la resiliencia:
1. Se consciente de sus potencialidades y limitaciones. El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos, y las personas resilientes saben usarla a su favor. Estas personas saben cuáles son sus principales fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones y defectos. De esta manera pueden trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños, sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas.
2. Se creativo. La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser el mismo. El resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.
3. Confían en tus capacidades. Al ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr. No obstante, también reconocen la importancia del trabajo en equipo y no se encierran en sí mismas, sino que saben cuándo es necesario pedir ayuda.
4. Asume las dificultades como una oportunidad para aprender. A lo largo de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero las personas resilientes son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen. Estas personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto?
5. Practica el mindfulness o conciencia plena. Aún sin ser conscientes de esta práctica milenaria, las personas resilientes tienen el hábito de estar plenamente presentes, de vivir en el aquí y ahora y de tienen una gran capacidad de aceptación. Para estas personas el pasado forma parte del ayer y no es una fuente de culpabilidad y zozobra mientras que el futuro no les aturde con su cuota de incertidumbre y preocupaciones. Son capaces de aceptar las experiencias tal y como se presentan e intentan sacarles el mayor provecho. Disfrutan de los pequeños detalles y no han perdido su capacidad para asombrarse ante la vida.
6. Ve la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista. Las personas resilientes son muy objetivas, saben cuáles son sus potencialidades, los recursos que tienen a su alcance y sus metas, pero eso no implica que no sean optimistas. Al ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, se esfuerzan por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos. Estas personas desarrollan un optimismo realista, y están convencidas de que por muy oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede ser mejor.
7. Rodéate de personas que tienen una actitud positiva. Las personas que practican la resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a aquellos que se comportan como vampiros emocionales. De esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles.
8. No intentes controlar siempre las situaciones. Una de las principales fuentes de tensiones y estrés es el deseo de querer controlar todos los aspectos de nuestra vida. Por eso, cuando algo se nos escapa de entre las manos, nos sentimos culpables e inseguros. Sin embargo, las personas resilientes saben que es imposible controlar todas las situaciones, han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodos aunque no tengan el control.
9. Se flexible ante los cambios. A pesar de que las personas resilientes tienen una autoimagen muy clara y saben perfectamente qué quieren lograr, también tienen la suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas cuando es necesario. Estas personas no se cierran al cambio y siempre están dispuestas a valorar diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única solución.
10. Se tenaz en tus propósitos. El hecho de que las personas resilientes sean flexibles no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su perseverancia y su capacidad de lucha. La diferencia estriba en que no luchan contra molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y fluyen con ella. Estas personas tienen una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse firmes y luchar por lo que se proponen.
11. Afronta la adversidad con humor. Una de las características esenciales de las personas resilientes es su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones.
12. Busca la ayuda de los demás y el apoyo social. Cuando las personas resilientes pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo, para ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda profesional cuando lo necesitan.
About Liliana Ramirez
Liliana actualmente trabaja como Gerente de Desarrollo de Producto para Zebra en BlueStar Latin America. Es una persona Divertida y Amigable que disfruta mucho trabajar en equipo y estar constantemente actualizada en temas de Superación personal que impactan directamente en el ambiente laboral y en un positivo desarrollo del negocio. Liliana comenzó su carrera hace más de 16 años en Colombia siempre trabajando en las Áreas de Marketing y Ventas teniendo constante contacto con Clientes y todo a lo que ellos concierne, disfruta mucho de la interacción y socialización en todos los ámbitos laborales .